Mucha gente dice que es capaz de hablar en lenguas hoy en día, como hacían algunos en el Nuevo Testamento. Dicen que esta habilidad es dada por el Espíritu Santo. Vamos a considerar tres preguntas sobre el hablar en lenguas, para saber si este don milagroso está disponible hoy o no.
Primera pregunta: ¿Qué es el hablar en lenguas del cual leemos en el Nuevo Testamento?
Esta es una pregunta importante. Al buscar su respuesta en la Biblia, vamos a ver que el hablar en lenguas en los tiempos del Nuevo Testamento es algo totalmente diferente a lo que se conoce como “hablar en lenguas” hoy en día. Lee el segundo capítulo de Hechos para ver la diferencia. Primero, fíjate en los versículos 1-4: “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.”
Estos versículos se refieren a los apóstoles, a quienes Jesús les había prometido que recibieran el poder del Espíritu Santo (Hechos 1:8). Habían estado esperando el poder que haría posible que hablasen en otras lenguas. Ahora, ¿qué quiere decir “lenguas”? Podemos encontrar la respuesta en otros versículos.
En Hechos 2:6, leemos “Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.” Fíjate en lo que dice: “en su propia lengua.” Los apóstoles hablaban en idiomas conocidos por la audiencia. En versículos 7 y 8 leemos “Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?” Esta gente oía los apóstoles predicar en sus propios idiomas, es decir, en sus lenguas maternas. ¡Los apóstoles hacían un milagro, porque el Espíritu Santo les daba el poder de hablar en idiomas que nunca habían estudiado!
Hoy en día los que se llaman “pentecostales” y hablan en lenguas no hacen lo que fue hecho en el día de Pentecostés. En el día de Pentecostés, el Espíritu les dio a los apóstoles el poder de comunicar el evangelio en los idiomas nativos de la gente. Esto ya no se hace hoy.
Segunda pregunta: ¿Quienes pudieron hablar en lenguas durante los tiempos del Nuevo Testamento?
Había tres grupos de personas en el Nuevo Testamento que pudieron hablar en lenguas, idiomas que no habían estudiado. El primer grupo fue el de los apóstoles, como ya hemos visto. Ellos recibieron el bautismo del Espíritu Santo en el día de Pentecostés, el cual les dio este poder. El segundo grupo incluye a las personas a quienes los apóstoles dieron este poder por medio de la imposición de sus manos. Así este don milagroso pudo ser transferido. Un ejemplo de esto se ve en Hechos 19. En este pasaje, ciertos discípulos recibieron este poder por la imposición de las manos del apóstol Pablo. Fíjate en Hechos 19:5, 6: “Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.” ¿Hay algún apóstol que siga vivo hoy? No. Así que no hay nadie que pueda transferir este poder a otra persona. Tampoco hay alguien viviendo hoy que haya recibido este poder de un apóstol. Por lo tanto, el don de hablar en lenguas ya no está disponible hoy.
“Pero, ¿qué tal Cornelio y su familia?” pregunta alguien. “Ellos hablaron en lenguas sin que ningún apóstol les impusiera las manos.” Esto es cierto, pero este tercer grupo de personas que hablaban en lenguas en el Nuevo Testamento era un grupo especial. Cornelio hablaba en lenguas como una señal de que los gentiles iban a recibir el evangelio junto con los judíos. Hasta este punto, cuando pasaron los eventos registrados en Hechos 10 y 11, solamente los judíos habían recibido el evangelio. Pero aquí Dios dejó claro que los gentiles también debían oír el evangelio. Para dejar esto muy claro a los cristianos judíos que estaban presentes en la casa de Cornelio, Dios les dio el Espíritu Santo directamente a estos gentiles. Al hacer esto, Dios hizo que nadie que viera
este milagro pudiera negar que esto era la obra de Dios. Fue un evento especial por un propósito especial. Solamente ocurrió una vez. El evangelio sigue siendo predicado a los gentiles, pero nadie recibe el Espíritu Santo como lo recibió Cornelio. Por lo tanto, nadie está hablando en lenguas como él hizo.
Así que vemos que hay tres grupos de personas en el Nuevo Testamento que hablaban en lenguas. Cada grupo tenía un propósito específico y especial. Estos
propósitos ya no existen hoy, y nadie puede hablar en lenguas hoy.
Tercera pregunta: ¿Iba a cesar el don de hablar en lenguas? Si es así, ¿cuándo?
La respuesta es “Sí.” Este don del Espíritu Santo tuvo su fin cuando se completó el Nuevo Testamento. Esto fue declarado claramente por Pablo en 1 Corintios 13:8-13. Estos versículos nos dicen: “El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.” Pablo se refiere a “lo perfecto.” La palabra “perfecto” significa “completo” o “entero.” Cuando Pablo escribió esto, la revelación de Dios todavía no se encontraba en su forma final escrita. Ahora es completa. “Lo perfecto” (el Nuevo Testamento) ha venido, y lo que era “en parte” (dones milagrosos) ya se ha acabado. Así podemos ver que la predicción inspirada de Pablo ha sido cumplida.
En el Nuevo Testamento, el hablar en lenguas se refería al hablar en idiomas desconocidos para quien hablaba con el Espíritu Santo. Hubo tres grupos en el Nuevo Testamento que pudieron hablar en lenguas milagrosamente. Ninguno de estos grupos existe hoy. El don milagroso de hablar en lenguas fue limitado al período antes de que el Nuevo Testamento fuera completado. Este tiempo llegó y ya se ha acabado, así también la habilidad de hablar en lenguas, junto con
todos los otros dones milagrosos del Espíritu Santo. Nosotros tenemos la Palabra de Dios, para que la sigamos en todo y enseñemos solamente la verdad.
Primera pregunta: ¿Qué es el hablar en lenguas del cual leemos en el Nuevo Testamento?
Esta es una pregunta importante. Al buscar su respuesta en la Biblia, vamos a ver que el hablar en lenguas en los tiempos del Nuevo Testamento es algo totalmente diferente a lo que se conoce como “hablar en lenguas” hoy en día. Lee el segundo capítulo de Hechos para ver la diferencia. Primero, fíjate en los versículos 1-4: “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.”
Estos versículos se refieren a los apóstoles, a quienes Jesús les había prometido que recibieran el poder del Espíritu Santo (Hechos 1:8). Habían estado esperando el poder que haría posible que hablasen en otras lenguas. Ahora, ¿qué quiere decir “lenguas”? Podemos encontrar la respuesta en otros versículos.
En Hechos 2:6, leemos “Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.” Fíjate en lo que dice: “en su propia lengua.” Los apóstoles hablaban en idiomas conocidos por la audiencia. En versículos 7 y 8 leemos “Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?” Esta gente oía los apóstoles predicar en sus propios idiomas, es decir, en sus lenguas maternas. ¡Los apóstoles hacían un milagro, porque el Espíritu Santo les daba el poder de hablar en idiomas que nunca habían estudiado!
Hoy en día los que se llaman “pentecostales” y hablan en lenguas no hacen lo que fue hecho en el día de Pentecostés. En el día de Pentecostés, el Espíritu les dio a los apóstoles el poder de comunicar el evangelio en los idiomas nativos de la gente. Esto ya no se hace hoy.
Segunda pregunta: ¿Quienes pudieron hablar en lenguas durante los tiempos del Nuevo Testamento?
Había tres grupos de personas en el Nuevo Testamento que pudieron hablar en lenguas, idiomas que no habían estudiado. El primer grupo fue el de los apóstoles, como ya hemos visto. Ellos recibieron el bautismo del Espíritu Santo en el día de Pentecostés, el cual les dio este poder. El segundo grupo incluye a las personas a quienes los apóstoles dieron este poder por medio de la imposición de sus manos. Así este don milagroso pudo ser transferido. Un ejemplo de esto se ve en Hechos 19. En este pasaje, ciertos discípulos recibieron este poder por la imposición de las manos del apóstol Pablo. Fíjate en Hechos 19:5, 6: “Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.” ¿Hay algún apóstol que siga vivo hoy? No. Así que no hay nadie que pueda transferir este poder a otra persona. Tampoco hay alguien viviendo hoy que haya recibido este poder de un apóstol. Por lo tanto, el don de hablar en lenguas ya no está disponible hoy.
“Pero, ¿qué tal Cornelio y su familia?” pregunta alguien. “Ellos hablaron en lenguas sin que ningún apóstol les impusiera las manos.” Esto es cierto, pero este tercer grupo de personas que hablaban en lenguas en el Nuevo Testamento era un grupo especial. Cornelio hablaba en lenguas como una señal de que los gentiles iban a recibir el evangelio junto con los judíos. Hasta este punto, cuando pasaron los eventos registrados en Hechos 10 y 11, solamente los judíos habían recibido el evangelio. Pero aquí Dios dejó claro que los gentiles también debían oír el evangelio. Para dejar esto muy claro a los cristianos judíos que estaban presentes en la casa de Cornelio, Dios les dio el Espíritu Santo directamente a estos gentiles. Al hacer esto, Dios hizo que nadie que viera
este milagro pudiera negar que esto era la obra de Dios. Fue un evento especial por un propósito especial. Solamente ocurrió una vez. El evangelio sigue siendo predicado a los gentiles, pero nadie recibe el Espíritu Santo como lo recibió Cornelio. Por lo tanto, nadie está hablando en lenguas como él hizo.
Así que vemos que hay tres grupos de personas en el Nuevo Testamento que hablaban en lenguas. Cada grupo tenía un propósito específico y especial. Estos
propósitos ya no existen hoy, y nadie puede hablar en lenguas hoy.
Tercera pregunta: ¿Iba a cesar el don de hablar en lenguas? Si es así, ¿cuándo?
La respuesta es “Sí.” Este don del Espíritu Santo tuvo su fin cuando se completó el Nuevo Testamento. Esto fue declarado claramente por Pablo en 1 Corintios 13:8-13. Estos versículos nos dicen: “El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.” Pablo se refiere a “lo perfecto.” La palabra “perfecto” significa “completo” o “entero.” Cuando Pablo escribió esto, la revelación de Dios todavía no se encontraba en su forma final escrita. Ahora es completa. “Lo perfecto” (el Nuevo Testamento) ha venido, y lo que era “en parte” (dones milagrosos) ya se ha acabado. Así podemos ver que la predicción inspirada de Pablo ha sido cumplida.
En el Nuevo Testamento, el hablar en lenguas se refería al hablar en idiomas desconocidos para quien hablaba con el Espíritu Santo. Hubo tres grupos en el Nuevo Testamento que pudieron hablar en lenguas milagrosamente. Ninguno de estos grupos existe hoy. El don milagroso de hablar en lenguas fue limitado al período antes de que el Nuevo Testamento fuera completado. Este tiempo llegó y ya se ha acabado, así también la habilidad de hablar en lenguas, junto con
todos los otros dones milagrosos del Espíritu Santo. Nosotros tenemos la Palabra de Dios, para que la sigamos en todo y enseñemos solamente la verdad.