
La mayoría de las iglesias practican alguna forma de bautismo.
Algunas iglesias rocían agua sobre la cabeza del que está siendo bautizado.
Otros no rociarán, sino que derramarán agua sobre el que va a ser bautizado.
Además, hay iglesias que sumergen completamente a una persona en agua cuando esa persona desea ser bautizada.
¿Importa qué método de bautismo se utiliza?
Si, sólo uno es correcto, ¿cuál es el correcto? La Biblia es nuestra norma de autoridad en asuntos relacionados con la religión, por lo que es a ella a donde acudiremos en busca de respuesta a estas preguntas (2 Timoteo 3:15-16).
Jesucristo ordenó a sus discípulos: “Id, pues, y enseñad a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19).
Comenzaron a hacer esto en el primer Pentecostés después de la resurrección de Jesucristo.
Hechos, capítulo dos, registra el primer sermón del Evangelio predicado por el apóstol Pedro.
La Biblia dice que al escuchar ese sermón los oyentes “...se compungieron en su corazón...” y quisieron saber qué debían hacer.
“Entonces Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo”.
(Hechos 2:38).
Ese día se bautizaron unas tres mil personas. El libro de los Hechos habla de varios otros que, en diferentes ocasiones, también fueron bautizados en la iglesia. ¿Cuál fue el método utilizado para bautizar a todos estos individuos?
Encontramos más sobre esto en Hechos 8:35-39. Este pasaje habla de un etíope que responde a la predicación de Felipe y solicita el bautismo. La Biblia dice acerca de Felipe y el
etíope, “...descendieron ambos al agua, tanto Felipe como el eunuco; y lo bautizó. Y cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe, de modo que el eunuco no lo vio más, y se fue gozoso por su camino" (Hechos 8:38-39).
Note que tanto Felipe (el bautizador) como el eunuco etíope (el que iba a ser bautizado) descendieron al agua.
Si Felipe iba a usar aspersión o vertido, ¿por qué tanto él como el eunuco descendieron al agua? Lo único que tendrían que hacer sería permanecer de pie en la orilla mientras Philip mojaba la mano o un recipiente en el agua.
La conclusión sensata es que ambos descendieron al agua para que Felipe pudiera sumergir al eunuco etíope.
El apóstol Pablo aclara aún más el asunto. Pablo escribió: “¿No sabéis que todos los que fuimos bautizados en Jesucristo, fuimos bautizados en su muerte? Por tanto, por el bautismo somos sepultados juntamente con él para muerte: para que así como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida”. (Romanos 6:3-4).
Pablo dijo que somos “...sepultados con él por el bautismo...”. El bautismo es, por lo tanto, un entierro en agua. ¿Se entierra a alguien en agua cuando se rocía una pequeña cantidad sobre su cabeza? ¿Está uno enterrado en agua cuando se le vierte un poco sobre la cabeza? La respuesta obvia a estas preguntas es ¡no! Sólo una inmersión completa en agua es un entierro.
¡La Biblia es clara! El único método de bautismo aceptable para Dios es la inmersión (Romanos 6:3-4).
Si a alguien le han rociado agua sobre la cabeza, no ha sido bautizado.
Si a alguien le han derramado agua sobre la cabeza, no ha sido bautizado.
Todos los hombres y mujeres deben ser sepultados en agua como símbolo de la muerte, sepultura y resurrección del Señor, para poder recibir la remisión de los pecados (Romanos 6:3-4; Hechos 2:38).
Algunas iglesias rocían agua sobre la cabeza del que está siendo bautizado.
Otros no rociarán, sino que derramarán agua sobre el que va a ser bautizado.
Además, hay iglesias que sumergen completamente a una persona en agua cuando esa persona desea ser bautizada.
¿Importa qué método de bautismo se utiliza?
Si, sólo uno es correcto, ¿cuál es el correcto? La Biblia es nuestra norma de autoridad en asuntos relacionados con la religión, por lo que es a ella a donde acudiremos en busca de respuesta a estas preguntas (2 Timoteo 3:15-16).
Jesucristo ordenó a sus discípulos: “Id, pues, y enseñad a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19).
Comenzaron a hacer esto en el primer Pentecostés después de la resurrección de Jesucristo.
Hechos, capítulo dos, registra el primer sermón del Evangelio predicado por el apóstol Pedro.
La Biblia dice que al escuchar ese sermón los oyentes “...se compungieron en su corazón...” y quisieron saber qué debían hacer.
“Entonces Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo”.
(Hechos 2:38).
Ese día se bautizaron unas tres mil personas. El libro de los Hechos habla de varios otros que, en diferentes ocasiones, también fueron bautizados en la iglesia. ¿Cuál fue el método utilizado para bautizar a todos estos individuos?
Encontramos más sobre esto en Hechos 8:35-39. Este pasaje habla de un etíope que responde a la predicación de Felipe y solicita el bautismo. La Biblia dice acerca de Felipe y el
etíope, “...descendieron ambos al agua, tanto Felipe como el eunuco; y lo bautizó. Y cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe, de modo que el eunuco no lo vio más, y se fue gozoso por su camino" (Hechos 8:38-39).
Note que tanto Felipe (el bautizador) como el eunuco etíope (el que iba a ser bautizado) descendieron al agua.
Si Felipe iba a usar aspersión o vertido, ¿por qué tanto él como el eunuco descendieron al agua? Lo único que tendrían que hacer sería permanecer de pie en la orilla mientras Philip mojaba la mano o un recipiente en el agua.
La conclusión sensata es que ambos descendieron al agua para que Felipe pudiera sumergir al eunuco etíope.
El apóstol Pablo aclara aún más el asunto. Pablo escribió: “¿No sabéis que todos los que fuimos bautizados en Jesucristo, fuimos bautizados en su muerte? Por tanto, por el bautismo somos sepultados juntamente con él para muerte: para que así como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida”. (Romanos 6:3-4).
Pablo dijo que somos “...sepultados con él por el bautismo...”. El bautismo es, por lo tanto, un entierro en agua. ¿Se entierra a alguien en agua cuando se rocía una pequeña cantidad sobre su cabeza? ¿Está uno enterrado en agua cuando se le vierte un poco sobre la cabeza? La respuesta obvia a estas preguntas es ¡no! Sólo una inmersión completa en agua es un entierro.
¡La Biblia es clara! El único método de bautismo aceptable para Dios es la inmersión (Romanos 6:3-4).
Si a alguien le han rociado agua sobre la cabeza, no ha sido bautizado.
Si a alguien le han derramado agua sobre la cabeza, no ha sido bautizado.
Todos los hombres y mujeres deben ser sepultados en agua como símbolo de la muerte, sepultura y resurrección del Señor, para poder recibir la remisión de los pecados (Romanos 6:3-4; Hechos 2:38).