Desde que el hombre ha conocido a Dios, ha habido cierta confusión acerca de quién es Dios. Esta confusión proviene básicamente de enseñanzas falsas sobre Dios y Su naturaleza. Cuando leemos la Biblia como un todo, podemos ver claramente quién es Dios y en qué consiste Él.
¿Quién es Dios? En el primer versículo de la Palabra de Dios, la Biblia, vemos quién es Dios. Génesis 1:1 dice: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra.” Aquí vemos que Dios es el Creador. Esto nos da una idea de lo poderoso y maravilloso que es Dios.
Consideremos algunos hechos importantes acerca de Dios. Él es eterno, que significa sin principio ni fin (Salmo 90:2). ¡Él es todo poderoso, tan poderoso que Él incluso creó el mundo y a nosotros! Todo lo sabe; Nada se puede esconder de Dios (Proverbios 5:21, 1 Juan 3:20). Él está en todas partes, en todo momento (Salmo 139:7-10, 2 Crónicas 16:9). Él es perfecto, y no peca (1 Juan 1:5). Él es inmutable, y será siempre el mismo (Malaquías 3:6, Hebreos 13:8). Él es Espíritu, no carne (Juan 4:24, Lucas 24:39). ¡Este es el Dios al que tú y yo servimos!
También es importante darse cuenta de que Dios es uno. Isaías 44:6 dice: “Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.” Gálatas 3:20 dice, Dios es uno. Marcos 12:32 dice: “Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él.” La Biblia claramente enseña que hay un solo Dios (Santiago 2:19, Romanos 3:30).
Si Dios es uno, ¿por qué leemos acerca del Padre, Hijo y Espíritu Santo en referencia a Dios en la Biblia? Aquí es donde uno debe empezar a entender la Deidad o Trinidad, como es comúnmente referida. Trinidad viene de una palabra latina que significa “tres-uno”. ¡Esto nos da la clara idea bíblica de tres-en-uno! Pero, ¿cómo puede ser Dios tres en uno?
Como seguidores de Dios, debemos entender que la misma Biblia que nos enseña que Dios es uno también nos enseña que Dios tiene personalidades diferentes. En Génesis 1:26, Dios dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza…” Notemos que la Palabra inspirada de Dios cita a Dios refiriéndose a Sí mismo usando la primera persona plural “Nosotros” y, “Nuestra.” Este versículo, así como otros, muestra que, aunque Dios es uno, Él tiene tres personas distintas. Estas personalidades están separadas en función, pero son una en pensamiento y propósito. ¡Son unificados como un Dios completo, perfecto!
Observemos las distintas personalidades en los siguientes versículos. En Efesios 4:6, Pablo dijo, “un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.” Pablo se refiere aquí al Dios único, conocido como el “Padre.” Mateo 1:23 dice: “He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.” Aquí vemos una referencia a Dios, el Hijo (Juan 3:16). Finalmente, en Hechos 5:3-4, vemos la personalidad final de Dios: “Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.” Aquí Pedro le dijo a Ananías que él no había mentido a los hombres sino a Dios, el “Espíritu Santo.” Estas tres personalidades constituyen la única Deidad.
Por ejemplo, volvamos a mirar Génesis, capítulo uno, donde leemos acerca de Dios creando los cielos y la tierra. Ya hemos mencionado el versículo 26 donde Dios dijo: “Hagamos al hombre.” Veamos cómo la Deidad (Trinidad) estuvo presente en esta creación. En el versículo 2, leemos: “Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.” En Colosenses 1 14-17, leemos “en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados. Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten.” Aquí leemos que todas las cosas fueron creadas por Cristo, el Hijo de Dios (ver también Juan 1:1-4, 14).
¿Es tan difícil creer que el Hijo de Dios también es llamado Dios y que su Espíritu también es llamado Dios? Como seres humanos, ¿no nos han dado un apellido? Si el padre de uno se llama Juan Herrera, entonces el hijo también puede ser llamado Herrera, a pesar de que el nombre del hijo puede ser diferente. Ambos son Herrera, pero son seres separados, únicos, pero uno en nombre. Ellos están juntos como una familia unificada.
¡La razón por la que tenemos dificultad de entender la Deidad es porque tratamos de entenderla desde un punto de vista físico! Recuerda que Dios no es físico sino espiritual. Él creó todo lo que fue creado. Así, antes de haber creado los cielos y la tierra, no había nada. En Isaías 55:8-9, leemos: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.” No somos Dios, así que nos es difícil pensar como Él. ¿Por qué cuestionar a un Ser con tal poder y magnificencia? Tengamos la fe para aceptar a Dios en la forma en que Él nos ha enseñado a través de Su Palabra (Hebreos 11:6, Juan 8:24, Marcos 16:16).
¿Quién es Dios? En el primer versículo de la Palabra de Dios, la Biblia, vemos quién es Dios. Génesis 1:1 dice: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra.” Aquí vemos que Dios es el Creador. Esto nos da una idea de lo poderoso y maravilloso que es Dios.
Consideremos algunos hechos importantes acerca de Dios. Él es eterno, que significa sin principio ni fin (Salmo 90:2). ¡Él es todo poderoso, tan poderoso que Él incluso creó el mundo y a nosotros! Todo lo sabe; Nada se puede esconder de Dios (Proverbios 5:21, 1 Juan 3:20). Él está en todas partes, en todo momento (Salmo 139:7-10, 2 Crónicas 16:9). Él es perfecto, y no peca (1 Juan 1:5). Él es inmutable, y será siempre el mismo (Malaquías 3:6, Hebreos 13:8). Él es Espíritu, no carne (Juan 4:24, Lucas 24:39). ¡Este es el Dios al que tú y yo servimos!
También es importante darse cuenta de que Dios es uno. Isaías 44:6 dice: “Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.” Gálatas 3:20 dice, Dios es uno. Marcos 12:32 dice: “Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él.” La Biblia claramente enseña que hay un solo Dios (Santiago 2:19, Romanos 3:30).
Si Dios es uno, ¿por qué leemos acerca del Padre, Hijo y Espíritu Santo en referencia a Dios en la Biblia? Aquí es donde uno debe empezar a entender la Deidad o Trinidad, como es comúnmente referida. Trinidad viene de una palabra latina que significa “tres-uno”. ¡Esto nos da la clara idea bíblica de tres-en-uno! Pero, ¿cómo puede ser Dios tres en uno?
Como seguidores de Dios, debemos entender que la misma Biblia que nos enseña que Dios es uno también nos enseña que Dios tiene personalidades diferentes. En Génesis 1:26, Dios dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza…” Notemos que la Palabra inspirada de Dios cita a Dios refiriéndose a Sí mismo usando la primera persona plural “Nosotros” y, “Nuestra.” Este versículo, así como otros, muestra que, aunque Dios es uno, Él tiene tres personas distintas. Estas personalidades están separadas en función, pero son una en pensamiento y propósito. ¡Son unificados como un Dios completo, perfecto!
Observemos las distintas personalidades en los siguientes versículos. En Efesios 4:6, Pablo dijo, “un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.” Pablo se refiere aquí al Dios único, conocido como el “Padre.” Mateo 1:23 dice: “He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros.” Aquí vemos una referencia a Dios, el Hijo (Juan 3:16). Finalmente, en Hechos 5:3-4, vemos la personalidad final de Dios: “Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.” Aquí Pedro le dijo a Ananías que él no había mentido a los hombres sino a Dios, el “Espíritu Santo.” Estas tres personalidades constituyen la única Deidad.
Por ejemplo, volvamos a mirar Génesis, capítulo uno, donde leemos acerca de Dios creando los cielos y la tierra. Ya hemos mencionado el versículo 26 donde Dios dijo: “Hagamos al hombre.” Veamos cómo la Deidad (Trinidad) estuvo presente en esta creación. En el versículo 2, leemos: “Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.” En Colosenses 1 14-17, leemos “en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados. Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten.” Aquí leemos que todas las cosas fueron creadas por Cristo, el Hijo de Dios (ver también Juan 1:1-4, 14).
¿Es tan difícil creer que el Hijo de Dios también es llamado Dios y que su Espíritu también es llamado Dios? Como seres humanos, ¿no nos han dado un apellido? Si el padre de uno se llama Juan Herrera, entonces el hijo también puede ser llamado Herrera, a pesar de que el nombre del hijo puede ser diferente. Ambos son Herrera, pero son seres separados, únicos, pero uno en nombre. Ellos están juntos como una familia unificada.
¡La razón por la que tenemos dificultad de entender la Deidad es porque tratamos de entenderla desde un punto de vista físico! Recuerda que Dios no es físico sino espiritual. Él creó todo lo que fue creado. Así, antes de haber creado los cielos y la tierra, no había nada. En Isaías 55:8-9, leemos: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.” No somos Dios, así que nos es difícil pensar como Él. ¿Por qué cuestionar a un Ser con tal poder y magnificencia? Tengamos la fe para aceptar a Dios en la forma en que Él nos ha enseñado a través de Su Palabra (Hebreos 11:6, Juan 8:24, Marcos 16:16).