En cuanto a los dones espirituales, no quiero, hermanos, que sean ignorantes” (1 Corintios 12:1).

Los dones espirituales en este pasaje son poderes milagrosos, tales como profetizar, hablar en lenguas, sanar a los enfermos, levantar a alguien de los muertos. ¿Están disponibles estos dones a la gente de hoy? No debemos ser ignorantes en cuanto a este asunto tan importante.

Por lo tanto, vamos a investigar en las Escrituras para encontrar la verdad en cuanto a los dones espirituales.

La Biblia enseña que los dones milagrosos fueron necesarios durante un tiempo limitado y con un propósito específico. Tuvieron que confirmar la Palabra hasta que la revelación se completara en forma escrita. Después, iban a desaparecer. Pablo prueba esto en 1 Corintios 13:8-13. Vamos a estudiar estas escrituras cuidadosamente: “El amor nunca deja de ser. Pero si hay dones de profecía, se acabarán; si hay lenguas, cesarán; si hay conocimiento, se acabará. Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; pero cuando venga lo perfecto, lo incompleto se acabará. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; pero cuando llegué a ser hombre, dejé las cosas de niño. Porque ahora vemos por un espejo, veladamente, pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré plenamente, como he sido conocido. Y ahora permanecen la fe, la esperanza, el amor: estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

Fíjate otra vez in las palabras de Pablo en versículo 8: “El amor nunca deja de ser. Pero si hay dones de profecía, se acabarán; si hay lenguas, cesarán; si hay conocimiento, se acabará.” Es muy claro que esta escritura se refiere a los dones milagrosos del Espíritu Santo. Estos dones iban a acabarse. En versículo 9, Pablo continúa: “Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos.” Estos primeros cristianos estaban en su infancia en cuanto a su desarrollo como iglesia. La revelación escrita no fue completa todavía. Los dones espirituales fueron necesarios para guiar a la iglesia. Sin embargo, Pablo en versículo 10, predice: “pero cuando venga lo perfecto, lo incompleto se acabará.” Cuando lo perfecto vino, los dones milagrosos del Espíritu se acabaron.

Hay que entender a qué se refiere “perfecto” en este pasaje. Así podremos saber si “lo perfecto” ya ha llegado. La palabra “lo” indica que la palabra “perfecto” se refiere a una cosa, y no a una persona. Sin embargo, algunos aplican esto a Jesucristo. Dicen que estos dones milagrosos fueron diseñados para continuar hasta que venga el Señor. Puesto que el Señor todavía no ha venido por segunda vez, ellos creen que los dones del Espíritu siguen hasta el día de hoy. Esto no puede ser correcto. Pablo no escribió “cuando venga el perfecto.” Dijo: “lo perfecto.” Las palabras de Pablo no caben en el contexto si las aplicamos a Jesús. También, debemos reconocer que la palabra “perfecto” literalmente significa “completo” o “entero.” No se refiere a la perfección sin pecado, sino a la madurez, o completación. Esto es su significado en la lengua original del Nuevo Testamento. En 1 Corintios 13, se refiere a la completación del Nuevo Testamento.

Hay otra cosa más en 1 Corintios 13:13 que claramente muestra que “lo perfecto” no se puede referir a la segunda venida de Cristo. La esperanza ya no existirá cuando Cristo venga de nuevo. Recuerda que Pablo escribió “Y ahora permanecen la fe, la esperanza, el amor: estos tres.” En otras palabras, la fe, la esperanza, y el amor permanecerán después de que venga lo perfecto. Ahora, cuando Cristo venga de nuevo, ¿seguirá existiendo la esperanza? ¿Vamos a estar esperando ver a nuestro Señor una vez que haya venido de nuevo? Claro que no. ¡Él va a estar con nosotros! Por lo tanto, lo perfecto en 1 Corintios 13:10 no puede referirse a Cristo.

Fíjate en otra declaración que hizo Pablo en cuanto a la esperanza en Romanos 8:24: “Porque en esperanza hemos sido salvados, pero la esperanza que se ve no es esperanza, pues, ¿por qué esperar lo que uno ve?” La esperanza que se ve no es esperanza. Cuando he visto lo que he esperado ver, ya no es esperanza; se ha vuelto realidad. Así que Pablo pregunta: “¿por qué esperar lo que uno ve?

Para resumir el argumento inspirado de Pablo mostrando que “lo perfecto” no puede referirse a la segunda venida de Cristo, Pablo declara que la esperanza continuará después de que “venga lo perfecto” (1 Corintios 13:13). Sin embargo, no habrá esperanza sobre la venida de Cristo después de Su venida (Romanos 8:24). Por lo tanto, “lo perfecto” no se puede referir a Cristo ni a Su segunda venida.

En 1 Corintios 13:11, Pablo usa la ilustración de un niño que crece a ser un hombre maduro. Pabro aquí muestra cómo fue que la iglesia en su infancia iba a crecer por completo y madurar con la revelación escrita completa dada por el Espíritu Santo. La misma Biblia dice que es suficiente. ¿Por qué necesitaríamos dones milagrosos, si la Biblia está completa? Ahora vivimos en el tiempo que Pablo predijo que iba a venir en 1 Corintios 13:8-13. El hecho de que el Espíritu Santo no opera directamente y milagrosamente hoy no quiere decir que Dios no está activo en la vida de su pueblo. La providencia de Dios es una promesa de las escrituras, y sigue presente con Su pueblo hoy. Dios contesta las oraciones a través de Su providencia. Dios puede reinar en los asuntos de los hombres, y lo hace por medios naturales, sin la necesidad de operar directamente y milagrosamente por Su Santo Espíritu. ¡Hoy en día, el Espíritu interviene por medio de la palabra inspirada!

La palabra de Dios es suficiente para producir la fe que obedece. “Y muchas otras señales hizo también Jesús en presencia de Sus discípulos, que no están escritas en este libro; pero éstas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que al creer, tengan vida en Su nombre” (Juan 20:30-31). La palabra perfecta provee todo lo que necesitamos saber, y la providencia de Dios es prometida a nosotros para ayudarnos en esta vida mientras nos acercamos al hogar eterno del alma.